lunes, 11 de febrero de 2013

X40

Finalmente llegamos a la ciudad de San Francisco.

Hoy nos levantamos 6:30 AM - con excepción de Nicolás Aragonés que se despertó muy amablemente a las 5 de la mañana a picar nueces...) y luego de un desayuno compuesto de cereales, leche y banana nos trepamos a los autos (dos Grand Caravans plateadas, muy cancheras) y partimos a cumplir diversas misiones.

Primero pasamos por un West Marine para adquirir ciertos elementos para diversas índoles (anteojos para manejar, protector, botitas, cinta aisladora, relojes, "piolín" entre otros) Luego buscamos un lugar donde conseguir alimento y agua. Compramos en un CVS (no sin antes dar un par de vueltitas reconocedoras de la zona) y sándwiches en Subway.

Después fuimos al Pier F a buscar el famoso Extreme 40. Para aquellos no-náuticos, el Exteme 40 es un catamarán grande, cinco pies menor al barco en el que van a navegar los chicos la semana que viene. Esta era la primera aproximación del equipo a un catamarán grande, que sí, tiene diferencia con los barcos más chicos.

En el mismo Pier estaba L'Hydropter, un barco enoooorme que rompió varios records.





Los chicos armaron el X40, haciendole preguntas a Dave (el instructor) que lo hacían dudar si salir al agua o no. Robby insistía fuertemente en el profesionalismo, pero no siempre pudieron respetarlo.





Enfundados en el flamante salvavidas de Treggo, salieron en una primera tanda Pablo al timón (a quien Dave le dijo "vos debés ser el que se levanta a todas las chicas") Nico, Mateo, Terri y Tigre.

Trepados al gomón Robby, Jején, Agus, Koco, Chome y yo.

El panorama era nefasto: no había nada de viento. Pero en serio, NADA. Los remolcamos hasta afuera, y al rato empezó a levantar vientito.

La navegada estuvo genial, terminaron soplando mas o menos 14 nudos y los chicos se desenvolvieron bárbaro arriba del barco. Parecía que navegaban en X40 hace un año.

El escenario era impecable, Alcatraz, el Golden Gate, Bay Bridge, miraras donde miraras todo era lindo.

Ni hablar cuando vimos aparecer los AC45 navegando. Impresionante.









Volvimos de navegar a las 4 de la tarde y después de desarmar el barco intentamos volver a la casa. Si bien los muchachos son buenos navegantes, la navegación de regreso dejó mucho que desear; cada uno de los dos autos, se perdió por su lado.

Después de conocer todo San Francisco y visitar el estado de Oklahoma, llegamos al hogar. Comimos fideos en varias tandas y a las 9: 30 sonó la campana y las Cenicientas se fueron a dormir.

Robby está a latigo firme, haciendo que los horarios se cumplan con rigidez y todos duerman sus 9 horas. Mañana esperamos tener otro gran día de navegación como hoy.


Mientras tanto, mantenganse sintonizados:  www.facebook.com/argyouthteam

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