Me tocó otro día de tierra porque Nicolás Chometowski había sufrido una pequeña intervencion quirurgica a raíz de una infección en el huesito dulce. Sí señores, leyeron bien, huesito dulce.
Es decir, donde la espalda pierde su nombre. Nicolás había partido la noche anterior junto a Jején, cual Batman & Robin, al servicio sanitario más cercano, a saber el Centro Médico de la Universidad de San Francisco.
Allí le retiraron todo el pus y le cosieron, cosa que disminuyó notablemente las molestias que sentía Nicolás. La parte graciosa de la historia fue que mientras la gente sonreía suponiendo el tipo de relación que tenían Chome y Jején, el lisiado se empeñaba en explicar: "We are a crew"
Le habían recomendado reposo, así que se quedó quietito durmiendo en casa mientras quien les escribe hacía guardía (y limpiaba la cocina)
Los muchachos mientras, navegaron de lo lindo. Tuvieron otro excelente día de entrenamiento. Cada vez se sienten más confiados en el barco y notan sus mejoras.
Después de navegar cometieron un grave error: fueron a un Ross SIN MÍ. Nada, algo totalmente terrible y que me costó perdonar.
Hoy volvieron a navegar y esta vez sí salí al agua, así que puedo ofrecerles algunas fotos. Como verán, llegaron los ropajes de Ronstan, por lo cual los muchachos están como perros con dos o tres colas.
Hoy pude ver finalmente a los AC72. Son una cosa increíble. Si no saben de lo que hablo, googleenlo, vale la pena.
A la vuelta comimos salmón con tomate y arroz, un lujo. Y ahora las adorables criaturitas se retiraron a dormir, bajo la atenta mirada de la Ardilla Bisi, que se pasea aullando y retando a todos aquellos que osen romper el toque de queda.
Me voy a dormir que se me cierran los ojos. Mañana nos espera otro día lleno de emoción, aventura y barcos.
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